sábado, 9 de febrero de 2013

Koma

Allá por diciembre del año pasado, Koomic lanzó una promoción de la serie Koma a 1,79 euros cada número -son seis en total. Me pareció una buena ocasión para agenciarme unos cómics que me parecían interesantes y de los que se hablaba bastante bien en algunos blogs que había ojeado. Todo sea dicho que yo no soy muy de comic europeo, la verdad, pero me gustaron lo suficiente como para interesarme por la edición en papel. El problema está en los malditos precios: en soporte papel, un solo número cuesta 12 euros y a partir del quinto, sube a 13 euros... vamos, echad cuentas y comprobaréis que la edición digital es muchísimo más económica -incluso ahora, que está a 3,59 euros cada número.

Pero dejando a un lado el factor precio y centrándome en el contenido, Koma es uno de esos cómics que de vez en cuando viene bien para recordar que hay mundo más allá de los tebeos de superhéroes, que al margen de los artificios publicitarios de las grandes editoriales realmente priman las historias y que en obras marginales se pueden encontrar mejores relatos que en los tebeos mainstream. Igual a algunas personas les parece una barbaridad que hable de Koma como un comic marginal, pero insisto en que no soy lector de europeo, así que para mí este comic es tan "indie" como lo puede ser una serie publicada por una pequeña editorial norteamericana. De hecho, y para que me entendáis mejor, en EEUU fue editado por una editorial chiquitita (Humanoids).

El caso es que aquí los dibujos corren a cargo de Frederick Peeters, autor al que conozco básicamente por Píldoras azules, por lo que en principio ya tenía una ligera idea de qué me podía encontrar. Y aun así, yo diría que mi percepción del autor ha cambiado con este comic: lo recordaba como un artista de corte feísta, que jugaba mucho con las luces y las sombras y que en ocasiones parecía ignorar los escenarios. Aquí, en cambio, es otra cosa. Me ha sorprendido totalmente. Hay viñetas que podría estar minutos observándolas por que está todo tan bien dibujado... Es una preciosidad.

Por otro lado está el hecho de que los guiones no son de Peeters, sino de un tal Pierre Wazem, y aunque es verdad que hay muchas páginas prácticamente mudas y que a veces los diálogos son muy escuetos, la historia que nos cuenta es interesa y engancha hasta el final. En este sentido, me parece que es uno de esos cómics por los que duele pagar 12 ó 13 euros cuando apenas lees... pero es que hay momentos en que la historia recae completamente sobre el dibujo, así que es comprensible esa ausencia de textos. No voy a contaros de qué va la historia porque, vaya, seguro que encontráis decenas de sinopsis por ahí. Me basta con dejar claro que es una lectura muy recomendable, sobre todo para los que busquéis historias emocionales, que tocan la fibra sensible... y también que tienen un aire de aventura, misterio y algo ciencia ficción. Estoy seguro de que después de leer estos cómics os encariñaréis con la pequeña Addidas.

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