A continuación podéis leer una reseña de la serie Pax Romana, un texto escrito por Killer Kaczynski y publicado originalmente en el foro PAMMHG.
Año 2053 d.C., Laboratorios del CERN (Suiza), un grupo de investigadores financiados por la Iglesia Católica han desarrollado la tecnología necesaria para viajar atrás en el tiempo. El Cardenal Beppi Pelle, consejero científico del Papa Pío XIII, liderará un grupo de mercenarios armados con la más moderna tecnología en una misión que les llevará al año 312 d.C. con el objetivo de dirigir la evolución de la sociedad occidental desde prácticamente el origen de la todopoderosa Iglesia. Pero en el camino las cosas no saldrán como se esperaba...
Lo narrado en el parrafo anterior es el punto de partida para una de las miniseries que Jonathan Hickman escribió para Image y que le valieron para llamar la atención de una industria que rápidamente llamó a su puerta para convertirlo en uno de los principales guionistas de Marvel. Hickman es el total responsable de esta obra ocupándose, como ya hiciera en The Nightly News, tanto de guión como de dibujo. Su labor como guionista responde a características similares a las de sus obras más conocidas bajo el sello de la "Casa de las Ideas", Hickman realizando una interesante labor analítica y acompañando a la historia contada con varios cuadros donde aporta la perspectiva de como sucedieron los acontecimientos en la historia real así como algunas de las motivaciones detrás de los cambios históricos que los protagonistas van desarrollando. Motivaciones que pueden dar al traste con la misión, pues hasta el más preparado de los ejercitos es incapaz de controlar la imprevisibilidad de las pasiones humanas.
Cada número de los cuatro que componen la serie sigue una estructura similar. El argumento se introduce mediante dos personajes, uno de los cuales cuenta la historia principal al otro como si de un cuento para dormir se tratase. Pero esta perspectiva sirve para dar mayor trasfondo a la historia principal y sólo se presenta como complementaria a ésta, ya que en su desarrollo carece de la figura del narrador. Otro elemento de la estructura que se repite en cada número son las transcripciones parciales de ciertas reuniones que diferentes personajes van teniendo con el objetivo de determinar los pasos a realizar en el desarrollo de la misión.
En cuanto a la labor de Hickman como dibujante, seguramente no será del agrado de muchos lectores, pues no suele responder a una estructura clásica. Su particular forma de dar color con texturas y escalas monocromáticas o la aparición de diagramas que se entremezclan con viñetas, siendo que además estas últimas no siguen una estructura concreta pueden ser elementos que echen para atrás a cierto sector del público. Pero su afición por el diseño gráfico que hace que estilísticamente se relacione con sus otras obras y que la obra goce de una estética impecable y la claridad de la narrativa a pesar de ese "vanguardismo" deberían ser puntos a favor.
La obra deja con ganas de más, ya que solo profundiza en los origenes de la misión del Vaticano en tiempos de Constantino I y el asentamiento de la Iglesia, relatando parte de los hechos que le siguen en una linea temporal incluida al final del TPB. Hechos que bien podrían haber sido desarrollados en más entregas, pero que su autor debió juzgar de otra forma. A pesar de ello la obra no se siente como incompleta. Me parece una pena que, a pesar de ser ya un autor reconocido gracias a su buen hacer en Marvel, ninguna editorial española se haya decidido a publicar ésta y otras de sus obras publicadas con Image.
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