Cuando yo era un crío no sabía quién era Dave Sim. No me sonaba lo más mínimo su nombre. Era bastante normal, ya que su principal obra, Cerebus, no se había publicado en español y no pertenecía a ninguna editorial medianamente conocida como Marvel, DC u otras. Tampoco él había hecho ningún otro trabajo que conociese. Bueno, en realidad sí tenía un cómic de este señor y su oso hormiguero, concretamente una historia de las Tortugas Ninja escrita por Sim y en la que aparecía Cerebus. De hecho, y si la memoria no me falla, era la mejor historia de las que componían aquel libro. Eso sí, en el cómic no venía ningún artículo que hablase de Sim y su personaje, así que no le di mayor importancia.
Fue años después, con Spawn nº 10, cuando supe de la importancia de este autor. Veréis, en sus comienzos la serie Spawn era muy, muy critica por sus paupérrimos guiones, así que Todd McFarlane, padre de la criatura, decidió contratar a los cuatro mejores guionistas del momento y que cada uno se ocupase de un episodio de la serie. Seguía la serie de Spawn por McFarlane, porque era un fan de ese hombre, pero el anuncio de que iba a traerse a Miller, Gaiman, Sim y Miller hizo que me interesase todavía más por la serie. A decir verdad, a mis 11 añitos no sabía quién era Gaiman, de Moore apenas había leído alguna cosilla suelta, y de Sim, ya digo, un desconocido... pero, ey, Miller sí, a ése sí lo conocía. Bueno, la cuestión es que leí con pasión aquellos cuatro cómics de los cuales saqué la conclusión de que Miller estaba chalado, que Moore escribía bien, que el capítulo de Gaiman era una joya y que el de Sim... Jo, Sim era muy raro. Allí estaba aquel personajillo, Cerebus le decían, divagando con Spawn sobre los derechos de autor de los personajes. Qué escena más impactante -y metafórica- aquella en la que los superhéroes estaban atrapados en una celda (atrapados por las editoriales) y pedían escapar. La lectura de aquel cómic y de un artículo (supongo que de Lorenzo F. Díaz o Francisco Pérez Navarro) me hizo saber la importancia del autor y el personaje. El problema estaba en que aunque aquello me hizo interesarse por Cerebus, no había forma de leerlo porque el autor se negaba rotundamente a la publicación de su obra en el extranjero.
En 1994 no había internet, mi nivel de inglés era nulo e ignoraba que se pudiesen pedir cómics por correo. Total, que de Cerebus no volví a saber nada, no al menos hasta que en estos tiempos modernos pude echar mano del eMule y descargarme sus cómics. Pero, ops, resultó ser una lectura verdaderamente espesa y compleja, y entre unas cosas y otras perdí el interés por leerlos.
Ahora voy, vamos, a tener la oportunidad de leerlos en español y en papel. Sí, gente, Cerebus llega a España. La publicará Ponent Mon, eso lo sabemos, pero falta concretar más datos: número de páginas, periodicidad, precio, etc. En fin, sea como sea es una buena noticia que uno de los cómics independientes más importantes vaya a ver la luz por fin en español.
Por cierto, os recomiendo que le echéis un vistazo a estos post del weblog Un tebeo con otro nombre en el que se habla del autor y la obra.
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