A finales de 1991 empezó a correr el rumor de que los principales autores de Marvel abandonaban la compañía para crear su propia editorial. Entre ellos estaban Todd McFarlane, Rob Liefeld y Jim Lee (autores de los tres comics books más vendidos de la historia del tebeo norte americano), además de Erik Larsen, Whilce Portacio, Mark Silvestri y Jim Valentino. La nueva empresa se concretaba inicialmente en una nueva marca, Image, cuya producción, edición y distribución serían efectuadas por la compañía Malibu Comics (que además financiaría parcialmente la nueva línea de publicaciones). Malibu comenzó anunciando una publicación llamada Youngblood en diciembre, como parte de un nuevo universo del comics, pero sin mencionar ni el sello de Image ni los autores que lo componían.
Estos rumores se basaban en una reunión que había tenido Tom Defalco, editor en jefe de Marvel, con Todd McFarlane, Rob Liefeld y Jim Lee, en diciembre de 1991. Los autores manifestaron a DeFalco que había decidido establecerse por su cuenta, pero que cumplirían hasta el final los acuerdos laborales establecidos con Marvel. Según manifestaciones de McFarlane, también dejaron bien claro que no era un truco para conseguir un aumento se sueldo o algo similar. Ese mismo mes se reunieron con Dick Giordano y Denny O´Neil, de DC comics, para ofrecerles la posibilidad de financiar el proyecto y distribuir Image, cosa que DC declinó. McFarlane consideró esta reunión de mera cortesía, destinada tan solo a explicar lo que pensaba hacer con Image. Probablemente fuera una reunión para sondear el terreno y ver si el proyecto tenía alguna viabilidad en DC, ya que esta compañía practica una política relativamente liberal en lo referente a los derechos de los autores. Pero, poco antes DC había dado un patinazo con su filial Piranha Press, y quizás esto les hiciera desistir de nuevas aventuras. Un año después y tal vez movida por el éxito de Image, DC dio los pasos para la creación de Milestone, sello editorial fundado por autores de color que ha resultado ser una de las sorpresas más agradables del mercado desde el punto de vista del lector medio.

Un año después, Marvel había sacado a la calle el número 1 de X-Force de Rob Liefeld, y el número 1 de X-Men, de Chris Claremont y Jim Lee (en ambos casos se utilizaron las cubiertas múltiples y se llegaron a vender, respectivamente, tres millones de ejemplares y siete millones y medio de ejemplares), que, junto con el merchandising generado, hizo que Marvel tuviera el mejor año fiscal de su historia. Tanto McFarlane como los otros artistas se molestaron porque los beneficios de Marvel no repercutieran aceptablemente en sus ingresos y, más aún, cuando casi todo el merchandising generado empleaba dibujos suyos, por lo que no percibían ningún ingreso.

Así, Liefeld y McFarlane empezaron a organizar la fuga de autores. Liefeld trajo a Jim Valentino y Erik Larsen, Marc Silvestri se unió a último momento. Pero si querían triunfar debían llevarse también a Jim Lee. Lee era conocido como el "chico dorado" de Marvel. por su seriedad al trabajar, por su educación y por la cantidad de beneficios que creaba. Jim Lee se unió al grupo, y se trajo a Whilce Portaccio. Del día a la mañana Marvel perdió a sus dibujantes mas punteros, X-Men, X-Force, Spiderman...quedaron huerfanos.
Estos "siete magníficos" (Liefeld, Lee, McFarlane, Larsen, Silvestri, Valentino y Portaccio) establecieron un acuerdo con la editorial independiente Malibu Comics. Image Comics (nombre que le dieron a la editorial que crearon) sería distribuido por Malibu, pero los derechos de autor y de explotación comercial sería de cada uno de los creadores.
McFarlane tenía la idea de que había que cortar en seco y radicalmente con cualquiera de las compañías para las que trabajaban, dejando así bien clara su postura. Naturalmente, esto también impediría cualquier desviación de las ventas, ya que los aficionados solo podrían encontrar a estos autores en Image y en ninguna otra editorial, Si alguien debía beneficiarse de su trabajo serían solo ellos. Todo esto provocó que sus relaciones con Marvel se resintieran debiendo finalizar apresuradamente sus compromisos, en ocasiones antes de llevarlos a término. Los autores de Image que no querían quemar sus naves vieron como Marvel lo hacían por ellos. A partir de entonces, la publicidad de Marvel se centró exclusivamente en los personajes, relegando la importancia de los autores a un segundo plano.
En los primeros meses de 1992 fueron concretándose las serie que se publicarían bajo el sello de Image, casi todas ellas con guión de los artistas: Todd McFarlane crearía Spawn, un vengador amnésico tipo Batman con toques demoníacos; Rob Liefeld resucitaría un grupo de superhéroes, Youngblood, creado en su infancia y con el que debutó como profesional; Jim Lee crearía WildC.A.T.S un grupo de superhéroes que recordaba a la Patrulla X. Marc Silvestri haría lo propio con Cyber Force otro grupo de superhéroes, esta vez de tipo gubernamental; Erik Larsen resucitaría a Dragon, un mutante policía al que definió como un equipo SWAT de un solo hombre; Jim Valentino crearía un superhéroe solitario llamado Shadowhawk cuya identidad sería desconocida para el lector; y Whilce Portaccio prepararía Wetworks, una serie que contaba con un guionista como Chris Claremont y que no vio la luz hasta mucho tiempo después por problemas personales.
El primer tebeo del sello Image fue Youngblood y vendió más de trescientos mil ejemplares, estabilizándose en la mitad de esta tirada en los siguientes números, pese haber salido con un retraso de dos meses, a tener un precio superior a la media y carecer de personajes ya conocidos.
El proyecto Image era un éxito absoluto que se confirmó al mes siguiente con la aparición en el mercado del Spawn de Todd McFarlane. Después vinieron las demás series, convirtiendo a Image en una de las principales editoriales del mercado norteamericano y mundial.
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