jueves, 4 de octubre de 2012

Invencible nº 20

Más de uno os preguntaréis que cómo que Invencible nº 20, que a qué tomo de Aleta me refiero... Bueno, el tema es que yo compro esta serie mediante la edición digital de Koomic y allí sigue la misma numeración que en EEUU, así que no tengo ni idea de en qué tomo español se publicó esto. Echando cuentas, creo que vendría en el octavo tomo, pero no me hagáis mucho caso. Hace tiempo que dejé la edición en papel porque se me hacía un pelín cara. Vale que incluye bocetos y diseños de personajes y curiosidades y... pero 15 euros me echaba para atrás. Supongo que cuando echan cuentas, en Aleta están convencidos de que es el precio más asequible que pueden conseguir, pero a mí me cuesta seguir una serie a ese precio. Eso por no hablar de que me dan ganas de sacarme los ojos cuando veo nombres personales escritos con minúsculas y otras erratas. En fin. Todo esto es lo que me llevó a dejar la edición en papel e incluso ponerla a la venta.

Pero no quería dejar de seguir Invencible, así que retomé la serie cuando Koomic llegó al número 20, el primero que todavía no había leído. En su momento hice cálculos y me di cuenta de que la edición digital me salía unos 4-5 euros más barato que comprando el tomo. Vale que no tengo la introducción del autor de turno ni los bocetos esos, pero... sinceramente, ¿qué más da? La mayoría de esas introducciones, aun estando escritas por profesionales como Kurt Busiek y otros, parecen propias de un fanboy y aportan más bien poco. Y los bocetos... nada, le echo un vistazo al tomo en la próxima visita a la FNAC y punto. Las palabras mal escritas, además, se han corregido.

Al final, lo que verdaderamente importa es el comic en sí mismo y si te gusta o no, y la lectura de Invencible es igual de positiva en papel que en digital. En este capítulo en particular tenemos, como ya vaticina la portada, el regreso del robot zombi, ese que apareció anteriormente y que no se sabía de dónde viene. Pues bien, en este comic descubrimos quién es el responsable. También vemos más sobre la nueva vida de Mark: su madre todavía no se acostumbra a la vida de ser rica, él ya va a la universidad, su relación con su novia es estupenda... ¿estupenda? Bueno, las cosas se van a complicar un poco a partir de este episodio. Y pasan más cosas, algunas bastante divertidas: ¿recordáis cuando Mark tiró su gorro de graduado con súper fuerza? Pues volvemos a saber de ello.

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