A continuación podéis leer una reseña de la serie Orc Stain, un texto escrito por Killer Kaczynski y publicado originalmente en el foro PAMMHG.
Durante un millón de milenios, el mundo se ha quebrado bajo la indomable multitud de los orcos. Innumerables pero eternamente divididos debido a su belicosa naturaleza nunca han sido capaces de levantar un gran imperio. Pero la aparición de el proclamado Orctzar podría conseguir lo que ningún otro señor de la guerra habría conseguido antes siempre que consiga la llave profetizada. Mientras tanto One-Eye, un solitario ladrón orco que habita en la montañas tendrá que vérselas con sus rivales del Clan de la Montaña que no le guardan mucho aprecio.
James Stokoe nos presenta, bajo esta premisa, un mundo con un encanto único apoyado en su enfermizamente detallista dibujo que por momentos llega a recordar al de Geoff Darrow. Un dibujo que sirve además como apoyo a uno de los principales elementos del guión, que es el humor en todas sus variantes siendo sobre todo el humor negro el predominante, algo esperable dada la naturaleza violenta de los protagonistas. Pero no sólo de comedia vive Orc Stain, ya que se trata además de una serie de aventuras cuyo protagonista principal, el mencionado One-Eye, es un pícaro ladrón con la habilidad de reducir a escombros cualquier estructura gracias a un golpe de martillo, habilidad muy agradecida cuando te dedicas a abrir toda clase de contenedores en busca de tesoros. Es por tanto un guión muy ameno y divertido y, a pesar de contar con ciertos términos y expresiones en dialecto orco, acabas acostumbrándote fácilmente a su presencia y no dificultan para nada la lectura.
Las referencias, intencionadas o no, son numerosas. Así, la tecnología en el mundo de Orc Stain es algo totalmente orgánico, generalmente apoyado en animales como se puede apreciar cuando al poco de empezar la lectura vemos que las cajas fuertes de este mundo son grandes osos que guardan los bienes en su interior o la alarma de dichas cajas fuertes es un pajaro ruidoso, muy al estilo de como los dinosaurios y otras criaturas cumplían la misma función en Los Picapiedra. El dibujo hiperdetallado de Geoff Darrow parece otra de las inspiraciones de Stokoe sobre todo cuando apreciamos las vistas panóramicas llenas de elementos con las que el autor nos deleita. Otras inspiraciones parecen venir desde Oriente, y así determinadas viñetas recuerdan al alocado Akira Toriyama de Dr Slump o Dragon Ball mientras otras recuerdan a los fascinantes diseños de Hayao Miyazaki.
El dibujo, a pesar del nivel de detalle, no resulta recargado, e invita a pararse a contemplar los parajes representados en determinadas viñetas así como los diseños de todo aquello que pueble un mundo tan rico como el dibujado por Stokoe. Es además en la escenas con planos más cortos un dibujo muy dinámico o caricaturesco, según la acción así lo demande.
Estos primeros cinco números, recogidos también en el primer TPB, sirven como presentación de los personajes y del argumento de la serie. Una presentación que, en mi caso, cumple la función de dejar con ganas de ver como se siguen desarrollando los acontecimientos en la aventura del orco One-Eye y sus congéneres.
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